La candidatura del priista Héctor Astudillo Flores, no es prioridad para la dirigencia nacional y el priismo nacional dejará abandonado a su suerte al hasta hace poco diputado local.
Esto lo revela el periodista Ciro Gómez Leyva, en su columna La Historia en Breve que publicó este jueves el diario de circulación nacional El Universal.
De acuerdo a sus fuentes, Gómez Leyva expone: “Guerrero es un estado que el PRI preferiría no ganar. Malas noticias para Héctor Astudillo: el partido no echará toda la carne al asador. El gobierno federal prefiere que el PRD se siga haciendo cargo del tiradero, y de paso, que no se desfonde electoralmente. Guerrero le daría una buena reserva de votos al “aliado” PRD.
Las debilidades de Astudillo, relacionado con el grupo político de Añorve, estarían asomando, si se confirma la unción en la candidatura de Rubén Figueroa Smutny a la alcaldía de Acapulco, dejando fuera a la esposa del ex alcalde, Julieta Fernández de Añorve.
A esos escenarios, se suma la derrota que sufriera hace diez años Astudillo Flores quien fue traicionado por sus correligionarios, y que lo pusieron con un pie dentro de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática.
Héctor Astudillo posee en su contra el hecho de haber abandonado en dos ocasiones la alcaldía de Chilpancingo y recientemente la diputación. El fenómeno del chapulinismo no es bien visto por el electorado que busca opciones confiables, en un escenario de crisis como el que vive Guerrero.
Al ser nombrado candidato Astudillo Flores en febrero, otro columnista, Noé Mondragón Norato advirtió: “Precandidato de unidad. Así fue el término utilizado por el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, para presentar a Héctor Astudillo Flores, como el bueno para encabezar la competencia electoral por el gobierno estatal. Y con ello, le metió mucho ruido a ese proceso interno. Porque es obvio que las inconformidades de los demás, operarán de manera soterrada. Muy ocultas contra ese proyecto de poder. Y eso obligaría al dos veces aspirante a encabezar el gobierno de la entidad, no solo a buscar los acercamientos y entendimientos con ellos, sino eventualmente y ante las previsibles negativas para otorgárselos, a declinar en sus aspiraciones. El jinete tricolor sería hipotéticamente, cambiado a la mitad del río”.
Más aún: A su paso como alcalde de Chilpancingo, Astudillo Flores fue denunciado de presuntos hechos de corrupción como detalla el periodista José Gil Olmos de la Revista Proceso en el reportaje “Chantaje electoral y corrupción, en el historial del precandidato del PRI al gobierno de Guerrero” (http://www.proceso.com.mx/?p=395044).
En la edición 1475 de la revista Proceso, “la empresaria María del Rocío Garduño González presentó una denuncia penal contra Astudillo Flores, cuando fungía como alcalde de Chilpancingo”, señala Gil Olmos.
“En 2013, cuando era diputado local, trabajadores del ayuntamiento de Chilpancingo denunciaron a Astudillo Flores por amenazas de muerte, luego de que exigieron ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA) que se echaran abajo al menos 16 plazas de base que aquel otorgó de manera unilateral a sus familiares y a parientes de exregidores y del exalcalde interino Tulio Samuel Pérez Calvo”, prosigue el periodista.
En el spot de video que presentará en estos días el equipo de campaña cometen un error elemental, al cerrar el mismo, Héctor Astudillo es presentado dirigiendo su mirada de derecha a izquierda, simbólicamente está viendo hacia el pasado, ese pasado que seguramente la dirigencia nacional ya se percató, lo perseguirá a lo largo de su campaña
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